Había una vez un osito llamado Kevin, pequeño y muy tierno, vivía con mamá osa, papá oso y el hermanito bebé oso. Cuando el osos Kevin miraba por la ventana veía a sus vecinos jugando y divirtiéndose, él le preguntaba a mamá osa porqué él no podía salir a jugar o ir a la escuela como lo hacían los vecinos, mamá osa nunca le respondió pero el osito le insistía todos los días hasta que ella le respondió: ¡tú eres demasiado pequeño e inocente! Y el osito Kevin le dijo: seré muy pequeño pero sé que puedo enfrentarme a algunas cosas, por favor quiero ir a la escuela como los demás osos, tortugas y demás animales del bosque.
Mamá osa le dijo a papá oso lo que había sucedido con el osito Kevin cuando llegó de trabajar y papá oso dijo: porqué no, si es lo que él quiere, irá a la escuela entonces a conocer amigos y aprenderá muchas cosas.
Al otro día los papas de osito Kevin fueron con él a la escuela a matricularlo y de inmediato el osito Kevin hizo muchos amigos, pues era muy inteligente y así puedo cumplir su sueño.
MORALEJA: A veces la sobreprotección puede generar serios y negativos resultados en el desarrollo social de una persona.
Entradas
Es cierto, cuando sobreptotejemos a alguien lo hacemos debil y no le contribuimos en su relacionarse con otros, muy buena la moraleja, felicitaciones!
ResponderEliminaresta muy linda tu historia espero continues asi.
ResponderEliminarCreo que es necesario que nos cuentes cómo fue que los papas del osito cambiaron de parecer, cómo se convencieron? Amplia esa descripición y verás que el cuento quedará mejor.
ResponderEliminar