jueves, 25 de marzo de 2010

El solitario y su caballo (Natalia Marcela Perdomo)

Un hombre solo tenía a su madre, quien era la que lo mantenía, pero su madre se le murió y le dejo una pequeña herencia con la que solo se pudo mantener por un año, sin contar que compró un caballo para que lo acompañara por el resto de su vida. Le puso el nombre de su madre: Lucia, pero cuando se dio cuenta que la plata se le acababa fue a buscar trabajo, pero no lo recibían porque no tenía estudios, en lo único que pudo conseguir trabajo fue cargando bultos de papas donde se ganaba al mes $ 200.000, lo que le alcanzaba para comer y comprarse ropa, así como darle de comer al caballo, pero no se gastaba tanto porque de vez en cuando le compraba comida, no siempre, pues como vivían en una montaña allí había pasto.

Como él era tan humilde todo el mundo le pedía plata y él siempre les prestaba, pero nunca le pagaban y tampoco decía nada. Un día llegó una jovencita y le dijo: tan lindo que eres, dame un pico, pero ella solo quería robarlo, aun así Noel no cayó en su trampa porque él no era como los otros hombres que con solo decirte te quiero se las creían, a él solo le importaba el caballo y nadie más. Al otro día cumpliría 45 años, que para su trabajo ya eran para considerarlo viejo, pero aun así no lo echaron, porque todos los que habían trabajado allí habían robado bultos de papas pero en todos los años que Noel había estado o había robado debido a su honradez. Todos le decían que su madre había luchado por darle de comer aunque no le hubiera dado estudio, y ahora él se siente muy orgulloso de su madre porque en comparación con otras al no tener recursos lo hubiera abandonado.

Él es alguien divertido, responsable, respetuoso, se habla con todo el mundo, todas las personas dicen eso de él. El caballo está gordo y su dueño feliz trabajando, todos dicen que nunca habían visto un hombre como él, que lleva tanto trabajando pero contento. Hoy le dijeron que le iban a pagar 50.000 al mes, con lo que le alcanza escasamente para un mercado y un pantalón.

“Qué hare, la única solución que tengo es vender el caballo, pero no, lo adoro, conseguiré otra solución, buscar otro trabajo y tener dos para alimentarme bien con mi caballo, a quien adoro mucho y nunca lo cambiaría por plata” dijo Noel.

Noel estaba durmiendo cuando golpearon y una señora totalmente cubierta que no se le veía la cara le dijo: toma, ve a seguir el ejemplo de muchos padres, que a pesar de no tener para estudiar salieron adelante, así tengas 46 años. Así consiguió un trabajo estable y vivió para siempre con su caballo.

3 comentarios:

  1. felizito a mi hija por este cuento tanyeno de imaginacion,creacion y dedicacion

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  2. CREO Q RSTUBO MUY IMAGINATIVO

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  3. es el mejor tu mejor amiga

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